lunes, 27 de junio de 2011

Equilibrista en esencia


En la soledad del Ser, abrazando todo lo que hay en mi. Soledad infinita, oscura, con destellos de luz brillante, iluminando cada paso que doy junto a la forma de ser, el ego, la esencia natural,... la Unidad, y con estas presencias ando en la soledad más bella, disfrutando de las conversaciones, de los silencios, risas, bailes, llantos, pues todo eso brota dando paso al sentir de la vida que fluye en mi.

Cuántos días locos, no tan locos, alegres, serenos, tristes... cuánto vaivén en el fluir...

Afortunada de sentir, despierta, consciente del aliento, del aire en cada punto del cuerpo físico, de lo visible, de lo invisible, del vacío que compone la materia, ahí es dónde voy, ........ eternamente estancia consciente.

Me amo, y expando el amor que soy, sintiendo a cada Ser que se cruza y se deja acariciar con la sonrisa y la brisa de la alegría que sabe, que sin la tristeza su existencia dejaría de ser.

Asombrándome con cada situación que envuelve con fragancia de magia, lo cotidiano, transformando en único el instante.

Observando el movimiento convirtiéndome en lo observado, aún perdiéndome en la locura, siento el amor eterno en cada partícula, accionada para abrir las compuertas dando paso hasta el horizonte.

Infinito camino, sin fin, sin medida. Límites impuestos son borrados, comienza el principio de lo ilimitado.

Todo es posible en el campo de cultivo, sólo hay que saber, y sino se sabe.... pues aprender, .........

el descanso necesario, el momento de sembrar y recolectar.

Todo es posible siendo consciente del sentir.