Risas y sonrisas, sólo muestran la salida hacia la más cálida vía.
Vía que recorro agradecida, pues en ella, actos enriquecidos de tesoros escondidos que una encuentra, sin buscar, proyectando con paciencia, sin esperar, caminando sin parar.
Que hermosos silbidos son, aquellos que desde el interior enseñan la posición de un camino en evolución.
Y ahí, en ese instante, te veo, te siento, tú, que estás en mi, don del ser.
Y no es otra cosa más que el Yo soy, en cada momento, viviéndome con valentía cada día al despertar del sueño, que aún siendo profundo, divertidas escenas oníricas se me revelan, y me hacen sonreír por lo bonita que es la vida, aquí y allí, allí y aquí, en el lugar dónde esté, con los ojos abiertos y los canales limpios, dejando paso al aprendizaje y enseñanza que una misma elige, sin que nadie ni nada, la muevan como marioneta en curso.
Acto de presencia con la mejor mente, dispuesta, abierta, amada por su eterno compañero, el bum bum del corazón, los dos motores en marcha para sucumbir la inspiración, del arte de estar viva, pero sin miedo a morir, pues ya sabemos que morimos y nacemos, cada día.
Renovamos pensamientos y con ellos acciones.
En mi está el saber que lo que quiero es seguir estando loca, pues en esa locura, con humor, vivo y con humor recibo, lo que está y lo que ha de venir.
Y con estas simples y quizás algo extrañas, oraciones, vuelvo a dar las gracias, GRACIAS!
