lunes, 6 de febrero de 2012

Invierno



Y derrepente tengo miedo....

miedo al observar las grandes montañas , al ver el mar abierto con sus olas agitadas por el viento del invierno, viento que mece mi cuerpo, es la madre que me acaricia dándome su aliento.

Soy pequeña, madre y tengo miedo!

Mis hermanas las aves aún siendo más pequeñas que yo sienten el equilibrio y vuelan mostrándote la grandeza de su espíritu y yo, yo me siento pequeña y tengo miedo.

Brilla el sol dándo su esplendor al reflejo de la creación, milagrosa creación y entre ella estoy yo.

Milagro de vida, perfecta armonía, sintiéndo el amor de la madre y aún así que pequeña me siento.

Debería alzar el espíritu que soy como aguila en vuelo pero son tus raíces las que me sostienen por lo que entiendo que hoy más que un ave soy.... un árbol, fijado en la tierra con sus raíces y sus hermosas ramas tratando de tocar el cielo, con firmeza y belleza.

Llegando a mis pulmones el óxigeno perfecto, inspiro vida para soltar miedo.

Hoy soy un árbol y tengo miedo, pero a la vez que grande me siento.

Ese miedo se evapora transformándose en lindos copos de nieve, ....

que alegría madre, pues sabes que con ella me identifico,

la nieve...

aquí en la isla mágica siénto el frío en mi rostro, que calienta mi corazón al sentir el puro invierno, sólo te pido ver por un día, mantos de pureza a mi alrededor, hoy me siento árbol esperando el manto puro que descanse en mis ramas para ofrecer el más eterno descanso a esos copos geométricos en perfecta creación.

Hoy soy una con la creación que este invierno estoy recibiendo con amor, abro el corazón y sube la vibración, cuánto amor siénto, al tocar el instrumento, el sonido del viento que me trae noticias del invierno.

Descansando el vuelo, en frente de mis ojos, una hermana ave con su pecho rojo, se pasea mostrándome lo maravilloso de todo este misterio, camina dándo saltos y jugando por un instante, se despide de mi alzando el vuelo, gracias!

Es hermosa la vida que has creado, madre.

Todo cuánto hay sonrie sin medida, corazones calientes en el frío invierno.

Y así me siento, entre miedos y alegrías por ser parte de la vida que en espiral va alcanzando el eterno misterio.

Dejándome llevar por el viento, no hay tormenta sin trueno ni frío sin invierno, todo están perfecto que termino diciendo, GRACIAS POR ESTE MISTERIO, LA VIDA!


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