Cada mañana al despertar, ella sale a pasear, sintiendo la suavidad del rocío de las hojas,
el frescor roza la piel desnuda, ....... sonreír y saludar, al sol que ilumina el hogar.
Se sienta en la tierra húmeda, acariciando su textura, y pasando por los dedos el sentir de la vida. En los oídos se filtran los cantos de las aves que saludan con amor, ese nuevo día.
Ella sola, en el valle de la hermosura, respirando hondo, sus ojos se cierran para sentir en su interior la más bella de las sensaciones... la vida corre en ella!!!
Todo existe para ella, todo tiene significado... el exterior en el que está es reflejo de su estado.
Una vez concienciada de ese día, entra en su hogar para disfrutar de los alimentos que sus manos han de cuidar, ... fruta fresca, pan recién hecho, néctar de miel, vitaminas para el Ser.
La jornada del día comienza, ella sale a recolectar todo aquello que con mimo trabajó, madre tierra está con ella.
El sol es el que dicta el horario del día, más ahora está situado casi, al mediodía... ella vuelve a su hogar para cocinar ese caldo de verduras, ricas en aromas que la hacen levitar. Junto al fuego de una hoguera degusta ese manjar, siempre agradecida por ese caminar que un día la llevó a ese sueño real, dónde todo es de color, donde todo tiene olor, .... y es rico en sabor.
Es la hora del ocaso, momento de acabar este día junto a la orilla de ese río transparente que en sus aguas reflejan todo bienestar. Ella observa, sentada, en la roca del saber, como el sol la despide para otro amanecer.
Horizonte colorido hace presencia de esa conciencia de estar viviendo la vida como ella desea.
Es la hora de escribir, ese cuento del sentir, que cada día obtiene, al vivir.
Buenas noches dulce doncella, gracias por existir... acompañándome cada día y mostrándome el poder, de creer que todo puede llegar a ser.
Nos vemos mañana en el amanecer... dulces sueños Ser !!!
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